A partir del mes de Junio, el MINSAL, puso en vigencia un reglamento para evaluar a quienes ejercen como terapeutas en disciplinas médicas complementarias y alternativas, y a los recientes que las imparten.
Entre las exigencias se instalarán cuando las comisiones técnicas acuerden los métodos de evaluación, estará el acreditar a las personas tengan un mínimo de 1.600 horas pedagógicas básicas.
Se abre de esta manera, mayores posibilidades laborales para aquellos profesionales de enfermería que aprenden técnicas curativas complementarias, ya que tienen la base del conocimiento científico que les otorga la profesión.
En los últimos años se ha producido un acercamiento entre la medicina alopática y las prácticas médicas complementarias y alternativas. Por siglos, ambos quehaceres estuvieron profundamente divorciados y hay momentos históricos, en que las últimas, especialmente la medicina natural y energética fueron perseguidas, y sus cultoras, quemadas vivas.
El conocimiento poco convencional que conllevan algunas de estas terapias, y la imposibilidad de pesar, medir o demostrar los procesos de sanación, que desencadenan, no permitieron por muchos años, de parte de la medicina institucionalizada con formación rígida, su aceptación o investigación.
Recién en los últimos años, la Ciencia Oficial puede probar por qué sana o se alivia una persona a la que otra le aplica energía, a través del Reiki. Y todavía hay muchos médicos que no aceptan el cierre de las heridas emocionales de un paciente, mediante la ingesta de esencias florales, Poco a poco, sin embargo, las múltiples técnicas, muchas altamente poderosas, que emanan de las leyes universales de la energía, empiezan a ser estudiadas y aceptadas por el circuito oficial médico.
Por eso, el Reglamento que el MINSAL puso en vigencia el 17 de Junio pasado, para evaluar a quienes ejercen como terapeutas en estas disciplinas médicas complementarias y a los recintos donde se imparten, pasa a ser muy importante, en la medida que es el primer reconocimiento a la existencia y validez de estas técnicas.
TEMAS: Ejercicio Profesional.
Entre las exigencias se instalarán cuando las comisiones técnicas acuerden los métodos de evaluación, estará el acreditar a las personas tengan un mínimo de 1.600 horas pedagógicas básicas.
Se abre de esta manera, mayores posibilidades laborales para aquellos profesionales de enfermería que aprenden técnicas curativas complementarias, ya que tienen la base del conocimiento científico que les otorga la profesión.
En los últimos años se ha producido un acercamiento entre la medicina alopática y las prácticas médicas complementarias y alternativas. Por siglos, ambos quehaceres estuvieron profundamente divorciados y hay momentos históricos, en que las últimas, especialmente la medicina natural y energética fueron perseguidas, y sus cultoras, quemadas vivas.
El conocimiento poco convencional que conllevan algunas de estas terapias, y la imposibilidad de pesar, medir o demostrar los procesos de sanación, que desencadenan, no permitieron por muchos años, de parte de la medicina institucionalizada con formación rígida, su aceptación o investigación.
Recién en los últimos años, la Ciencia Oficial puede probar por qué sana o se alivia una persona a la que otra le aplica energía, a través del Reiki. Y todavía hay muchos médicos que no aceptan el cierre de las heridas emocionales de un paciente, mediante la ingesta de esencias florales, Poco a poco, sin embargo, las múltiples técnicas, muchas altamente poderosas, que emanan de las leyes universales de la energía, empiezan a ser estudiadas y aceptadas por el circuito oficial médico.
Por eso, el Reglamento que el MINSAL puso en vigencia el 17 de Junio pasado, para evaluar a quienes ejercen como terapeutas en estas disciplinas médicas complementarias y a los recintos donde se imparten, pasa a ser muy importante, en la medida que es el primer reconocimiento a la existencia y validez de estas técnicas.
TEMAS: Ejercicio Profesional.
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